Medios y Comunicación: Objeto de Reflexion

PAPEL DE LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN y LA DEFORMACIÓN DE LA INFORMACIÓN

La comunicación no es una variable independiente o aislada del desarrollo, sino que por lo contrario es un elemento central de éste, sin el cual no se puede alcanzar el crecimiento.

El crecimiento es entendido como el mejoramiento general de los niveles económicos, políticos, culturales, psíquicos y espirituales de la vida de los individuos o de la población, a través de la satisfacción de sus necesidades básicas, es producto de un conjunto de factores y procesos sociales complejos, dentro de los cuales, el detonador de todos esos elementos es la adquisición de conciencia sobre las realidades o problemas que se tienen que resolver. Esto significa, que para que se produzca un desarrollo material de la sociedad antes se requiere generar un previo crecimiento mental de la misma. De lo contrario, no existen condiciones apropiadas para la gestación del desarrollo: el desenvolvimiento de los individuos, comunidades o de un país, parte de la evolución de su intelecto y no de la multiplicación acumulada de simples acciones materiales.

Medios es, en muchos sentidos, un término antiguo. Medios son en el sentido estricto, un agente de transmisión. Para que se entienda mejor se puede citar el agua o el aire como un medio, ya que de hecho lo son. En este sentido un medio de comunicación o transmisión es un agente neutro. Sin embargo, se puede apreciar con facilidad que a pesar de su estado aparentemente objetivo, la naturaleza de un medio ya determina el tipo y la calidad de la información que puede pasar por él.

La influencia de los medios de comunicación es un proceso de socialización juvenil. Lo cual reflexiona sobre la capacidad de influencia de los medios como agentes de socialización; donde se hace la intervención de construcción social de la identidad juvenil. En conclusión se puede decir que entre los jóvenes es donde se encuentra la mejor comercialización de los medios, ya que ellos son los que están atentos a todos los procesos tecnológicos, es decir, que los medios son capaces de complementar, potenciar o anular la influencia de otros agentes de socialización juvenil tan importantes como la familia, la escuela o la congregación.
La educación de calidad es una de las herramientas más poderosas para mediar el impacto negativo que pueden tener los medios en el proceso de desarrollo de la juventud.

En Venezuela la influencia de los medios es tal, que la dominación contemporánea de los últimos 50 años, no ha sido a través de las armas ni intimación, sino que más bien, los ciudadanos han obedecido al comportamiento que generan los medios, conformándonos a lo que solo muestran o dicen los mismos, sin ni siquiera motivar a la investigación y desarrollo personal a través de la educación escolar, familiar, congregacional. Todo ello ha sucedido, primero porque nuestras legislaciones se lo han permitido y segundo porque hemos tomado mas enserio y con mucha importancia mas lo que informan los medios que lo que aprendemos de lo segundo.

La desinformación ha bombardeado nuestras vidas, bien sea por el ocultamiento de la verdad, verdades a medias, mostrando lo que realmente no es importante y lo efímero, material sacarlo a flote hasta convertirlo en codiciado, verdad, necesidad. Toda esa siembra material, transcultural, de anti valores, descarrilada, sin afecto natural, sin temor de lo malo, vil, banal, es lo que está cosechándose en Venezuela y sobre todo en la mayoría de los más jóvenes: en violencia, apatía por la patria, desviaciones sexuales, vicios, maltratos al sexo opuesto, deseo de poseer sin sacrificio, la falta de compartir, de amor propio, de bondad, falta de cortesía, de orden, incremento de enfermedades venéreas, embarazos precoces a escalas superiores, incremente del SIDA, emigración de talentos jóvenes (esta a menor escala), etc.

Para nadie es un secreto lo que ha ocurrido desde 1.818 y antes, con la aparición de los medios de comunicación, como por ejemplo la prensa de esa época como lo era “El Mercurio Venezolano”, “El publicista” y otros que estaban al servicio de los Realistas, quienes representaban al imperio de turno y a las burguesías interesadas en sus riquezas y cómo estos medios informaban solo lo de las altas esferas y no lo interno perteneciente al gentilicio, al pueblo y sus necesidades, logros, problemas y quejas.

Tampoco se puede borrar de la historia los niveles de desinformación por los años de 1.989 durante el caracazo, donde los medios alineados en su mayoría con el gobierno de turno y otros intereses, algunos de estos intereses eran internacionales, callaron la verdad de lo que genero aquella protesta social, callando de igual forma los acontecimientos de pleno desarrollo y no informando la verdad de lo sucedido, trayendo como consecuencia entre otras cosas que hasta el día de hoy no se conoce el número exacto de víctimas de aquel triste hecho.

Y más recientemente en el 2.002 durante aquel golpe de estado que sacó por casi 48 horas al actual Presidente de la República y en donde los medios de comunicación imponentes del país trataron de silenciar a todos los medios oficiales y alternativos además de no informar lo que estaba realmente ocurriendo durante esas horas.

Y así como se dice una cosa hay que hablar las verdades de otras, ya que, la deformación de la información también ocurre cuando se parcializa una matriz de opinión, mostrando solo lo que pueda generar buena opinión en la población y evitando caer en el terreno de hacer lo contrario, como se aprecia en los medios oficiales, donde no hay espacio a la protesta, al reclamo, a los errores, desaciertos e ineficiencias del Estado y algunos de sus representantes.

Se hace necesario la construcción de un nuevo concepto de los medios de comunicación donde éstos sean solo eso: “Medios” y no generadores de robots unilaterales y donde cumplan un rol educativo, cultural, social y espiritual acorde con los valores y estándares tan grandes como la misma Palabra de Dios.
Estractos del Resumen enviado al Profesor Jorge Díaz
Fuente: Internet. Resumen:Carlos y Leticia Terán

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